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¡Ay, Dios mío!

Papa Francisco

Fotografía: Catholic Church England and Wales (Flickr)

Dos cosas esta semana.

Una:

Mientras subía esta mañana del sur al norte de la ciudad, escuché por radio, la entrevista a un dirigente político canario, que describía de una forma muy clara la situación apocalíptica de la isla de La Palma. Exponía la tragedia con mucha sencillez, pero también con mucho realismo, sin ocultar nada de lo que está sucediendo.

Contó una anécdota que por su significado voy a reproducir, porque la misma me produjo una sensación, por decirlo de alguna manera, muy preocupante, decía que se encontró con alguien del que dijo incluso su nombre, y que le había dicho textualmente “Por favor, estad unidos en esta situación que estamos viviendo, por favor, estad unidos”.

Sobran los comentarios, ¡qué situación estaremos viviendo en la que tienes que pedir por favor algo que es consustancial al trabajo de “los servidores” públicos! El debate político, es necesario para conocer los distintos puntos de vista, pero las diferencias se aparcan, cuando está en juego el servicio y la dedicación a favor de las personas. Cuando tienes en tus manos el futuro de un pueblo, una ciudad, o una nación, hay que dejar de lado los intereses mezquinos y partidistas, intereses que emborronan el ideal de la democracia.

Y dos:

Año 1992 el papa polaco decía “¿cómo no olvidar en este V centenario los enormes sufrimientos infligidos a los pobladores de este continente durante la época de la conquista y la colonización?

Benedicto XVI en 2007 “No es posible olvidar los sufrimientos y las injusticias que infligieron los colonizadores a las poblaciones indígenas, a menudo pisoteadas en sus derechos humanos fundamentales”.

2021 el Papa Francisco “En diversas ocasiones, tanto mis antecesores como yo mismo, hemos podido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización”. “Se han cometido muchos y graves pecados contra los pueblos originarios de América en nombre de Dios”.

Una determinada ideología conocida por todos, ha reaccionado de una forma injusta e insultante sólo del último de los papas. ¿Por qué? Pues sencillamente porque este papa no les gusta, no le deis mas vueltas.

La Iglesia seguirá pidiendo perdón por las cosas que no hizo bien, porque a pesar de los contextos históricos, sabe que aquello no fue un buen ejemplo. No sé a la Iglesia pero a algunos de los que pertenecemos a ella, nos gustaría que otras instituciones, ¡con muchos menos siglos de historia!, hicieron los mismo y perdieran perdón por las violaciones de los derechos humanos cometidas. Nos iría mucho mejor.

¡Buen curso!