Aylan

Fotografía: michele ficara manganelli (Creative Commons)
La última de las imágenes de la tragedia de los refugiados llena todavía nuestros ojos incrédulos y nuestras mentes confusas, pero ¿esto qué es?, ¿cómo es posible?, y no sabemos qué responder porque nos sentimos un poco culpables, reconociendo nuestra falta de solidaridad con estas personas.
Me fastidian mucho los interesados que hacen demagogia (prometen soluciones sabiendo que no las van a cumplir, o dan argumentos que convencen a mucha gente de buena voluntad pero que no saben descubrir sus engaños) aprovechándose de las desgracias ajenas, buscan solo su provecho personal de una manera injustificable y yo diría que hasta miserable. Y cuando esto lo hacen gente con representación pública, de la institución que sea, el asunto es bastante más vergonzoso.
Reconozco que es una situación que nos sobrepasa, no llegamos. Pero, ¿tienes claro lo que harías si tuvieras ocasión de poder tomar decisiones sobre el tema?
Este verano han llegado a la vieja Europa 400.000 refugiados (y los que continuarán viniendo) de países en situaciones lamentables de vida (Siria, Afganistán…). Países donde la dignidad humana nadie sabe lo que es, porque es en lo último que se piensa. Gente que en su desesperación recorren miles de kilómetros para llegar al paraíso, que alguien supongo les ha prometido. Las mafias hacen su agosto demostrando sus bajos instintos y muchos mueren en el mar o sufren en tierra situaciones injustificables.
Esta vez no han entrado por el sur sino que lo hacen por el oeste porque saben que a través de esos países (por lo menos hasta ahora) les es más fácil llegar donde quieren: al norte de Europa.
Los europeos están reaccionando tarde y no sé si bien o mal. Discuten sobre las cuotas de refugiados que les tiene que tocar a cada uno, parece que ya se han puesto de acuerdo. Pero ¿Qué os parece?
Una vez que los refugiados lleguen a sus países de acogida, hay que continuar estando al lado de ellos. No solo habrá que darles alimentos sino más cosas. ¿Sabremos hacerlo bien? Además seguirán llegando porque la raíz del problema está en sus países de origen.
La Iglesia, Caritas y otras organizaciones católicas ya están ayudando a estas personas, pero hay que seguir demostrando con acciones concretas que ellos ahora son los más importantes y que lo hagamos o dejemos de hacer por ellos se lo haremos o se lo dejaremos de hacer a Él.