Camino a Galilea
Cuando Jesús se aparece a las primeras mujeres después de cumplir su promesa, les encarga que le digan a los suyos que vayan a Galilea y que allí lo verán. Por eso los imagino a todos desandando el camino desde el sur, donde estaba Jerusalén en Judea, hasta el norte galileo. Y podéis preguntaros ¿para qué?
Si las primeras que fueron no hubieran encontrado la piedra movida y la tumba vacía, este recorrido que os propongo no hubiera tenido sentido. Jesús estaría muerto en Jerusalén y el lugar de peregrinaje hubiera sido su tumba y las visitas podrían haber durado unos pocos años más hasta que su memoria desapareciera.
Pero no, Jesús les pide que vuelvan a Galilea, es decir que vuelvan al sitio donde empezó todo, porque hay que comenzar, mejor hay que seguir la obra que él había comenzado. Jesús invita a los suyos a que repitan el camino que él hizo, siguiendo las enseñanzas, el modelo, las formas y las actitudes que el desarrolló recorriendo el mismo. Por eso volver a Galilea significaba creer que él estaba vivo, que los esperaba allí y que estaban dispuestos a seguir el mandato que les dio.
Es verdad que faltaban acontecimientos decisivos todavía, pero, esto hicieron los primeros discípulos y ya sabemos lo que pasó después.
Podemos dar el salto y ahora preguntarnos qué hacemos los discípulos de hoy después de haber recorrido las estaciones de la Semana Santa pasada. ¿Estamos todavía en Jerusalén, esperando acontecimientos?, ¿hemos iniciado el camino de vuelta a nuestros pueblos descorazonados por el aparente fracaso?, o ¿estamos tan desconcertados que no tenemos ni idea de lo que vamos a hacer?
¡Hay que volver a Galilea!, es decir, estar dispuestos a comenzar no de nuevo, sino de una forma nueva todo lo que teníamos entre manos antes de que pasara lo que ha pasado. Y lo que estamos haciendo, además de todos los buenos propósitos de cada uno, es terminar el estudio del IV tema sinodal.
Antes del 10 de mayo hay que mandar de nuevo la composición de todos los grupos que están terminando de estudiar el último tema, para poder establecer los criterios de los representantes en las asambleas finales.
El tener la valentía de volver a Galilea demuestra nuestra fe en lo que él dijo y nuestros deseos de seguir trabajando en su Iglesia.
¡¡¡FELIZ PASCUA!!!