Cuarto tema sinodal

Fotografía: Alberto Mateos
El cuarto tema sinodal fue considerado al principio del Sínodo como el más novedoso del mismo. Se proponía a toda la Diócesis, que lo grupos siguiendo la metodología del ver, juzgar y actuar, y después de conocer la realidad de la organización diocesana, fuera capaz de aportar ideas para, si es posible, mejorar la misma.
El trabajo sinodal es la mejor expresión de que una Iglesia que está en constante renovación, necesita escuchar a todos para que ese camino pueda andarse mejor, por eso Don Francisco nos ha pedido, que sin miedo a equivocarnos, hagamos propuestas que le ayuden a ver más claro lo que habría que hacer en este tema tan importante.
Hay muchas cosas que ya están hechas, lo que hay que hacer es que funcionen, de poco te vale decir que tienes Consejo de Pastoral en la parroquia si eso no lo haces efectivo, con unos buenos estatutos, con una buena planificación de las reuniones y con una dinámica participativa y dialogante. Y como este ejemplo podemos poner otros.
Además de hacer que funcione bien lo que ya tenemos, es necesario renovar e implantar las cosas nuevas que haya que implantar, para desterrar costumbres y modos que no son propios de la realidad que vivimos. Según manifiesta el equipo relator de este tema, un aspecto que ha aparecido en muchas propuestas es la necesidad de coordinarse, de hacer cosas en común (unidades pastorales, consejos…), de dialogar, de escuchar, nada de dividir, hay que juntar, y es que no puede ser de otra manera. Cuantas veces parece que no vemos solución a las cosas, estamos desorientados, pero la aportación de alguien abre el horizonte y lo que creíamos imposible tenía una fácil solución, lo que sucedía es que tú eras incapaz de verla.
Por eso, nada de individualismo, y de cotos cerrados donde nadie puede entrar más que yo y los que yo decida. La Iglesia misionera que quiere llegar a todos, tiene que estar dispuesta a abrirse a todos. Todo lo que podamos aportar en este tema tiene que ir en la dirección de la claridad de la información y en la apertura a la participación de cuantos más mejor.
Eso es un Sínodo y eso es una Iglesia sinodal, caminemos hacia esa realidad proponiendo acciones que vayan en esa dirección.