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El nombre de Dios es misericordia

Papa Francisco

Fotografía: Catholic Church England and Wales (Creative Commons)

Allá por el mes de noviembre os avisaba que estuviéramos atentos porque en el mes de enero iba a aparecer el primer libro del Papa. Ya lo tenemos aquí, y como se sabía, su título es “El nombre de Dios es misericordia”. El papa Francisco no tiene remedio, se ha empeñado en que si la Iglesia tiene que sobresalir por algo es por “ser misericordia” y no va a descansar hasta que lo consiga.

A través del tiempo, cada Pontificado ha tenido y tiene sus luces y sus sombras, la historia es la que va perfilando a unas y a otras. Bueno, pues resulta que en esta etapa concreta de la vida de la Iglesia, sí, ahora, en el siglo XXI, en el año 2016, el Papa nos dice que para ser fiel a ella misma, la Iglesia tiene que comenzar a escribir con mayúscula esa palabra que existió siempre, pero quizá, por un mal uso, estaba comenzando a llenarse de polvo (MISERICORDIA).

Y eso hay que hacerlo a través de las palabras, pero sobre todo con los hechos. Con gestos concretos que demuestren que estamos dispuesto a echarnos al hombro a aquellos que son tratados de forma injusta por esta sociedad poco solidaria.

La sinopsis que hace la editorial que publica el libro para presentar la obra es la siguiente “La Iglesia no está en el mundo para condenar, sino para permitir el encuentro con ese amor visceral que es la misericordia de Dios. Para que eso suceda, es necesario salir. Salir de las iglesias y de las parroquias, salir e ir a buscar a las personas allí donde viven, donde sufren, donde esperan”.

“En la conversación con el vaticanista Andrea Tornielli, el papa explica (a través de recuerdos de juventud y episodios relacionados con su experiencia como pastor) las razones de la convocatoria de un Año Santo extraordinario que tanto ha deseado. Sin ignorar las cuestiones éticas y teológicas, defiende que la Iglesia no puede cerrar la puerta a nadie; por el contrario, su tarea es adentrarse en las conciencias para abrir rendijas a la hora de asumir responsabilidad y alejar el mal realizado”.

¿Qué os parece?

El libro es una lectura recomendable ahora que en el Sínodo Diocesano estamos dándole vueltas al tema del compromiso social de la Iglesia. Si dedicas unos cuantos euros a comprar libros, este puede ser el del mes de febrero.