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El seminario de Cáceres existe

Crucifijo

De las tres diócesis de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, es solamente en la de Cora-Cáceres donde subsiste la institución del Seminario Mayor, o mejor dicho es solamente en nuestra diócesis donde el seminario está en su territorio, las otras dos tienen su seminario en Salamanca.

De esta decisión solo es responsable una persona, el obispo Jesús (aunque fuera consultada convenientemente). En los siete meses de estancia entre nosotros, esta ha sido su determinación más importante. Lo fácil hubiera sido hacer lo mismo que los obispos de las otras dos diócesis, pero no, apoyado en la opinión de buena parte del presbiterio, decide que el Seminario es una realidad tan importante en una diócesis que era necesario darle una oportunidad.

Es verdad que la realidad numérica del mismo es escasa, siete seminaristas en el Seminario Mayor (cinco en los cursos institucionales y dos en el introductorio) y cuatro en el menor (que estudian en el Diocesano), pero hay una confianza plena en que en los años próximos este numero se irá incrementando.

Hay tres aspectos que son decisivos y que serán la clave del éxito de esta misión, el primero de ellos es el convencimiento de que esta labor es de todos, no únicamente del equipo de formadores, desde el primero al ultimo sacerdote, religioso/a, o seglar diocesano debe comprometerse en la promoción de la pastoral vocacional, y en el acompañamiento de los futuros aspirantes.

El segundo, es el cuidado exquisito de la formación intelectual de los futuros sacerdotes, que debe ser tan amplia, tan plural y tan profunda que los capacite para su labor en este mundo tan complejo y tan multidisciplinar. No puede ninguna dimensión de la realidad que quede fuera del conocimiento de los futuros sacerdotes. La capacidad de dialogo con todos, te compromete a tener una formación lo suficientemente fuerte como para saber estar y demostrar lo que crees en todos los foros y atrios, sin exclusiones, y sin miedos pusilánimes.

Y el tercero, y este ya es mas específico, es la confianza plena en que el Señor va caminando con nosotros, esta realidad te da la fuerza necesaria, no se si para el éxito final, pero sí para intentarlo con todas las ganas, y esto ya es un auténtico triunfo.

Mucho animo y mucha ilusión para el equipo de formadores que el pasado viernes inauguró el curso 22/23, en el edificio de la carretera de Trujillo.

PD
Un recuerdo entusiasta para el padre “Gianni” nombrado hijo adoptivo de Cáceres. Una muy buena noticia. Como sabéis el padre Gianni es sacerdote.

¡Buen curso para todos!