«Fr. Petrus»

San Pedro de Alcántara (Luis Tristán)
De un tiempo a esta parte, el Cabildo de la Catedral de Coria, con su Deán Don Ángel David al frente, nos está sorprendiendo con una serie de actos que están proporcionando un cierto nivel cultural al mismo. Recuerdo últimamente la realización de algunas charlas sobre temas históricos diocesanos. No entiendo como el canal de You-Tube de la Diócesis con unos 1350 suscriptores, no ha colgado tales eventos en la red.
Lo último, es la organización de una exposición en la catedral de Coria con motivo del cuarto aniversario de la beatificación de la figura de Pedro de Alcántara, que es patrón de la ciudad de Coria, de la Diócesis y de Extremadura. El título de la exposición es “Fray Pedro de Alcántara, la santidad arraigada en nuestra tierra”. Se inauguró el pasado 19 de octubre y se extenderá hasta el 9 de enero de 2023.
Como la propia publicidad de la misma indica “se da una visión general de la vida y obra de este santo, eremita, místico y hombre de esta tierra”. A lo largo de diez capítulos se destacan de forma especial los lugares alcantarinos de la Diócesis. A través de una serie de paneles y de las piezas expuestas, se quiere proponer la figura de este santo como ejemplo para mejorar nuestra forma de ser y proponernos una serie valores a desarrollar que son válidos cinco siglos después de su nacimiento.
La catedral de Santa María de la Asunción, nos ofrece la posibilidad de conocer o conocer mejor, la vida y obra de este santo, sus milagros y prodigios, su beatificación y canonización, su universalidad y patronazgo. Los fondos expuestos proceden del propio archivo de la catedral, de varias parroquias de la Diócesis, del convento del Palancar, del Seminario Diocesano y de colecciones particulares.
“La entrada a la exposición, incluye, la visita y recorrido expositivo por toda la catedral de Coria, su museo, Claustro y subida a la torre catedralicia”.
El conocimiento, la descripción y exposición de nuestro patrimonio es, sin duda, un medio de evangelización privilegiado. No para hacerlo dominados por la nostalgia de lo que fuimos, no, no… lo hacemos muy al contrario, para mostrar la realidad del pasado y cómo el mismo nos reafirma en el presente, al cual tenemos que responder con el mismo empuje y el mismo convencimiento de aquellos, pero también con las nuevas formas que esa fidelidad nos exige.
¡Feliz carboche!