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Historia de una vacuna

Vacuna AstraZeneca

El lunes pasado me pusieron la primera dosis de la Astra-Zeneca, os tengo que decir que iba con más miedo que vergüenza, pero fui. A pesar de la reacción producida, por una mala política informativa, creo yo, todo fue bien, gracias Dios. Unas décimas de fiebre a media tarde y nada más. Así que, una vez pasado, nada de miedos, porque las ventajas son muchas más que los inconvenientes.

Ya dijimos que la única solución para esta terrible pandemia eran las vacunas y así es. Los medicamentos se irán perfeccionando con el paso del tiempo, pero los que tenemos ahora son los mejores posibles y hay que aprovecharlos. Desde aquí os animo a pincharos cuando se os avise del centro de salud correspondiente.

El ejemplo de las residencias de mayores, es una caso evidente, conocemos los trágicos sucesos de hace ahora un año, que aunque no olvidemos, no vale la pena recordar, esa realidad, después de la llegada de las vacunas, prácticamente ha desaparecido, las muertes se han reducido casi a cero. Y esto es digno de celebrar.

Hay que valorar el esfuerzo de todo el personal investigador, científicos, médicos, virólogos, químicos, biólogos que han puesto todo de su parte para adelantar los plazos de la llegada de la solución.

Para todo esto hace falta dinero, mucho dinero, por eso, de nuevo una llamada a nuestros políticos, déjense de demagogias baratas, el objetivo no es ganar votos, sino trabajar por el bien de los ciudadanos. Después de lo que nos ha pasado no hay excusas para no aumentar el porcentaje de lo que se dedica a los programas de “investigación y desarrollo”, mucho más dinero para todo lo que se dedique a esto, y menos para otras cosas banales y sin importancia.

Las noticias que nos llegan de los pocos países que van más adelantados que nosotros en sus programas de vacunación, nos hacen abrir un poco más las ventanas y las puertas de la esperanza, alguno incluso ya tiene preparada la medida de que las mascarillas no sean obligatorias en los lugares abiertos. A nosotros todavía nos queda pero vamos en camino.

Hará falta ir perfeccionando el sistema de vacunación, no se entiende que alguien de 80 años no esté vacunado y uno de 64 sí. Sé que el tema es complejo pero es necesario aprender deprisa.

Mucha salud para todos y a seguir cuidándose.


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