La boina de Madrid

Fotografía: gaelx (Creative Commons)
Un compañero que vive en los alrededores de Madrid, por la carretera de Extremadura, y todos los días tiene que ir en coche al foro porque su lugar de trabajo está allí, me dice que cuando va llegando a la zona de Campamento y divisa toda la ciudad le parece como si tuviera una boina y que se siente un poco culpable porque no tiene más remedio que ir en coche.
A lo largo de los últimos días casi todos los informativos televisivos terminan o comienzan con imágenes idílicas de la madre naturaleza: paisajes verdes, cumbres nevadas, aguas cristalinas, animales salvajes, y el hombre, como si fuera una especie peligrosa, no aparece por ningún lado.
Perece que todo el mundo está de acuerdo en que los dos retos de la década son: el terrorismo y el cambio climático.
Hace unos días ha comenzado en Paris la cumbre sobre el desarrollo sostenible, y parece que esta vez van a tomárselo más en serio, su objetivo es que en los próximos años la temperatura de la tierra no suba dos grados centígrados. Alguno podrá decir, pues ¡dos grados no es tanto!, pues parece que sí, ya que si esto se produce las consecuencias pueden ser muy graves para el planeta tierra. Más de 23.000 especies en peligro de extinción, las personas y los países más pobres serán los más afectados, las catástrofes naturales parece que ya no son tan naturales… ante la evidencia de las pruebas los más escépticos están empezando a convencerse.
Es verdad que los que más contaminan tienen la clave para la solución del problema, y todo pasa porque dejen de lado intereses que no son muy claros, bueno, para ellos están clarísimos. Aparte esto, sería conveniente que cada uno haga lo que tiene que hacer para aportar nuestro grano de arena: reciclar bien los residuos que producimos, utilizar menos el coche, cuidar el medio ambiente de la ciudad y su entorno, respeta los lugares significativos de la misma…
¡Buen camino hacia la Navidad!