La dalmática, vestidura distintiva de los diáconos
La dalmática es la vestidura litúrgica exterior del diácono, que la lleva sobre el alba. Se utiliza generalmente en las misas solemnes, en las procesiones y bendiciones, excepto cuando éstas tienen carácter penitencial.
También es utilizada por los obispos y por el mismo Papa bajo la casulla en la misa pontifical solemne, pero no en misas privadas. Su uso bajo la casulla no se permite a los sacerdotes a menos que se les haya concedido un privilegio papal especial.
Es una túnica con mangas anchas; alcanza las rodillas, está cerrada delante, y abierta por los costados. Se distingue de la casulla que utiliza el sacerdote porque ésta suele ser de corte redondeado, mientras que la dalmática es de cortes rectos.
No hay ninguna regulación acerca del tejido de la dalmática. Su color debe estar de acuerdo con el tiempo litúrgico que corresponda (o la fiesta concreta, en su caso), por lo que debe coincidir con el color que esté utilizando el sacerdote.
La dalmática fue introducida por el Papa Silvestre I alrededor del año 325. En la primera mitad del siglo cuarto se usaba en Roma y solo allí y entonces, como hoy, los diáconos la llevaban como una vestidura exterior, y el Papa se la ponía debajo de la casulla.
En el siglo IX, la dalmática fue adoptada casi universalmente por obispos y diáconos en la Europa Occidental, incluso en España.
Al principio, la dalmática era una túnica larga y ancha con mangas muy grandes y llegaba a los pies. Su longitud se fue reduciendo progresivamente hasta llegar al siglo XVIII en que su longitud era de unos 100 centímetros (un metro). Al reducirse su longitud, las mangas se volvieron proporcionalmente más estrechas.
Originalmente la dalmática se hizo de lino o lana, pero cuando la seda se hizo más común y menos cara, la dalmática se hizo de seda. Desde el siglo XII también aparecen dalmáticas hechas de tejido fino de lana. Actualmente se utilizan los tejidos más modernos que permiten un lavado y planchado relativamente sencillo.
Hasta el siglo X, la dalmática era siempre blanca. Las dalmáticas de color fueron la norma general cuando, aproximadamente en el año 1200, se determinaron qué colores eran los litúrgicos y en consecuencia su uso se reguló definitivamente.
La ornamentación de la dalmática consistió al principio en dos rayas estrechas en línea recta hacia abajo por delante y por atrás, y de una banda estrecha en el dobladillo de las mangas, si bien no existe normativa alguna al respecto.
La dalmática proviene de un vestido del mismo nombre originario de Dalmacia. Era una de las vestimentas de las clases más altas; por consiguiente no es sorprendente que se utilizara para uso eclesiástico y después se convirtiera en vestidura litúrgica. Las interpretaciones simbólicas primeras de la dalmática aparecen al principio del siglo IX.
Los diáconos de los ritos orientales no llevan dalmática; sin embargo, en lugar de la casulla, los obispos llevan una vestidura exterior llamada saccòs que es similar a la dalmática. Los saccòs empezaron a usarse en el siglo XI.