La Hispanidad y Guadalupe

Fotografía: xiquinhosilva (Flickr)
La semana pasada, se celebró la fiesta religiosa de la Virgen del Pilar, que coincide con el Día de la Hispanidad y el Día de la Fiesta Nacional, nada mas y nada menos. De la virgen de Pilar, poco nuevo que no sepáis, si esto lo escribiera algún “mañico” seguro que os contaría mas cosas.
Del día de la Hispanidad, si dijera algo, corría el peligro que me “corrieran a gorrazos” los de enfrente, y tendríamos montado el debate. Estoy cansado de escuchar que España es la nación que peor valora lo sucedido del siglo XV en adelante, y no porque las demás potencias hicieran lo mismo, que lo hicieron, sino porque destacó por algunas actuaciones que las otras no hicieron ni por asomo en los sitios donde estuvieron.
Me acordé ese día, de forma especial, de mi amigo Tino, y de todo el equipo del grupo de parroquias “Trebol”, celebraron la Hispanidad en la parroquia cacereña de Guadalupe con un buen programa de actos, todos ellos encaminados a destacar que el acontecimiento provocó la oportunidad para vivir unidos dando la vuelta al mundo de la solidaridad: eucaristía de la fraternidad; danzas y canciones hispanas, junto a bailes regionales; compartieron una comida solidaria imitando la única que pueden hacer muchas familias hispanas, en ellas no hay ni pan, ni fruta, ni café; charla coloquio sobre proyectos solidarios…
Del día de la Fiesta Nacional no se me ocurre nada, alguno quizá os emocionaste viendo el desfile que se realizó sin ningún tipo de restricción por la pandemia.
Recordé también a nuestra patrona, la Virgen de Guadalupe, advocación protagonista en todo lo que dice relación con Hispanoamérica. Particulares y alguna organización siguen en la brecha manteniendo alto el listón en la reivindicación de la necesidad de que la advocación tenga su asiento en una diócesis extremeña. Yo si os digo la verdad, ya la considero una “batalla” perdida, ojalá me equivoque, que por otra parte, suele pasar muchas veces.
Se me viene a la cabeza que en los últimos años de Don Francisco, propuso alguna medida, aunque fuera simbólica, sobre el tema, la verdad es que en los tres años en los que ha presidido los actos, no he notado ningún cambio, espero que en el cuarto ya se note algo, el año próximo se lo recordaremos.
P.D. Damos la bienvenida al nuevo obispo de Plasencia.