mateo-6-59

Llegó el momento

Campana de la Concatedral de Santa María

Fotografía: Jaime Pérez (Creative Commons)

El domingo 17 de octubre se inauguró el Curso Pastoral Diocesano en Coria para la zona norte de la Diócesis, este domingo día 4 en la Concatedral de Santa María de Cáceres se hace lo mismo para la zona sur.

Todos ya estamos convocados, no debe haber ningún pueblo, ni comunidad, ni movimiento, ni grupo eclesial que pueda decir que como a él no se lo han dicho directamente, no se siente llamado. Somos Iglesia, somos comunidad y el Pastor Diocesano ha hecho la llamada para todos.

Durante un curso y un poco más, no tendremos que preocuparnos por el material de trabajo, nos lo van a dar hecho, falta tener el compromiso y la responsabilidad primero de leerlo y entenderlo, y después aportar lo que podamos y sepamos para enriquecer las propuestas de acción que cada arciprestazgo, que cada grupo debe proponer.

No habrá propuestas mejores o perores, todas valen, es verdad que si alguna aparece en un buen número de grupos habrá que analizarla más detenidamente, porque puede que hayamos descubierto algo que preocupa a la mayoría. Digo esto solo para resaltar que lo que cada uno aporte es imprescindible porque lo hace él o nadie lo podrá hacer por él.

Empezamos un camino bonito que recorrer, pero también difícil, si dejamos pasar esta oportunidad es posible que la Diócesis se quede estancada para mucho tiempo. Contando siempre con la presencia de Jesús, ahora solo falta que lo que cada uno tiene que hacer lo haga, que es por otra parte lo que más puede fallar. Fuera todo lo que signifique pesimismo o desgana.

La evangelización en el mundo actual, la actividad caritativa como centro del actuar cristiano, los laicos protagonistas de la pastoral en la Iglesia y la necesidad de tener una organización adecuada a los nuevos tiempos que vive la Iglesia, para ser más eficaces, no me digáis que no son temas atractivos para poder decir cosas sobre ellos.

El papa nos está invitando constantemente a que seamos una iglesia en salida, que no se encierra en los muros de la sacristía, sino que se atreve a mirar a la cara a los problemas de hoy, es, esta una oportunidad privilegiada para que una vez tomado el pulso a nuestra realidad, queremos mirar adelante aportando soluciones a lo que la Iglesia nos propone.

¡Adelante y buen curso a todos!