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Lucas 6,36

El Buen Samaritano (Rupnik)

El Buen Samaritano (Rupnik)

Creo que es la primera vez que pongo como título a la columna un texto evangélico, y lo hago, primero porque me gustaría que lo leyerais y segundo porque de ese texto el Papa Francisco saca el lema del Año de la misericordia que comenzaremos el próximo 8 de diciembre. Qué bien, un año para reflexionar sobre los bueno que es Dios y segundo para llevar esa bondad a todo lo que hagamos.

Está claro que cuando el Papa convoca este acontecimiento no es únicamente para que lo tengamos presente durante trescientos sesenta y cinco días, sino porque piensa que a la Iglesia del siglo XXI quizá le falte mucho de misericordia.

¿Sabéis porqué comienza el 8 de diciembre?, porque el papa quiere recordar el 50 aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II y porque quiere “que la Iglesia sienta la necesidad de mantener vivo este evento. Los Padres reunidos en el Concilio habían percibido intensamente, como un verdadero soplo del Espíritu, la exigencia de hablar de Dios a los hombres de su tiempo en un modo más comprensible. Derrumbadas las murallas que por mucho tiempo habían recluido la Iglesia en una ciudadela privilegiada, había llegado el tiempo de anunciar el Evangelio de un modo nuevo. La Iglesia sentía la responsabilidad de ser en el mundo signo vivo del amor del Padre”.

El Año de la misericordia se cerrará el 26 de noviembre de 2016 con la fiesta de Cristo Rey, fiesta en la que la misericordia de Dios se muestra hasta el extremo, porque el trono de este rey es la cruz.

La Diócesis desarrollará una serie de actos en los que se hará presente la vivencia de este año de gracia. Pero lo que hacen falta son signos, acciones, actitudes, decisiones, que manifiesten la misericordia de Dios en todo lo que hacemos. El Papa nos invita a ello: “En este Año Santo, podremos realizar la experiencia de abrir el corazón a cuantos viven en las más contradictorias periferias existenciales, que con frecuencia el mundo moderno dramáticamente crea. ¡Cuántas situaciones de precariedad y sufrimiento existen en el mundo hoy!”.

Estemos atentos a la aparición de un nuevo libro del Papa, su título: “El nombre de Dios es misericordia”.

Cuando los apóstoles recibían de Jesús algún mensaje que los dejaba fuera de juego, le decían “Señor auméntanos la fe”, quizá tengamos que decir esto nosotros ante esta nueva lección de Francisco.