¡Malditos romanos!
Ojalá el asunto fuera cosa de cómics, pero no lo es; al contrario, es algo que sabemos las consecuencias terribles que está teniendo pero desconocemos las que puede llegar a tener. Cuando con mucho esfuerzo, sacrificio y muchas lágrimas estamos a punto de derrotar a una pandemia que nos ha tenido dos años casi sin respirar, ahora nos encontramos con algo que ha vuelto a poner boca abajo muchas cosas. Las señales de humo traen malos augurios para la vieja Europa.
La segunda guerra mundial nos queda muy lejos (sus consecuencias no), pero los 200.000 muertos de la guerra de los Balcanes y los millones de afectados, están todavía ahí al lado.
En la mesa de negociación entre Rusia y Ucrania de hace unos días, (después de haber comenzado la masacre de la parte más débil) la potencia militar invasora puso sobre la mesa dos condiciones para el alto el fuego: que Ucrania acepte que Crimea es parte de Rusia y segunda, que sea un país neutral. ¿Cuántas vidas creéis que valen estas condiciones? No me llaméis demagógico, por favor, ¡esa es la realidad! a la que hay que responder.
Los españoles tenemos experiencia propia de lo que significa que por determinados intereses, u objetivos políticos mas o menos claros, la vida humana quede relegada al más mínimo valor. Desde el punto de vista cristiano (aunque en esto también tengamos que pedir perdón) no hay color, la vida es un don de Dios, y por lo tanto nadie puede decidir sobre ella, no hay ninguna excepción a la regla.
El papa Francisco está dando muestras de lo que significa su compromiso por la paz: visita al embajador ruso, insistencia a los líderes religiosos de las zonas en conflictos para que se manifiesten claramente ante esta realidad, puesta en marcha de todas las instituciones para canalizar la ayuda a los que sufren la tragedia. Lo último se está haciendo desde el minuto cero, pero en las dos primeras creo que es poco el caso que se le va a hacer.
Ante esta situación no vale ponerse de perfil, como algunos están haciendo, no puede ser que determinas ideologías que se dicen democráticas ¿? ahora se muestren reticentes ante esta crueldad: niños separados de sus familias, ancianos desamparados, madres dando a luz en los sótanos de hospitales, proyectos venidos abajo, muertes indiscriminadas… todo esto, disparando primero y hablando después.
Desde estas líneas (escoged una o las dos) os pido una oración y un compromiso por Ucrania.