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Mi amigo Don Nico

Espigas

¿Cómo estamos? Espero que todo haya ido como deseabais. Vamos a comenzar un curso decisivo para la historia de nuestra diócesis. Antes de Navidades habrá terminado el XIV Sínodo Diocesano, y ya nada debería ser igual. Habrá tiempo para volver sobre esto.

Se cumplen ya dos años de la no presencia entre nosotros de Don Nicolás, ¿cómo pasa el tiempo? ¿verdad? A pesar de los días, su ejemplo de sacerdote diocesano, su entrega indiscutible a la misión pastoral (sin intereses ocultos), y su amor al Seminario, son lecciones que siempre estarán ahí, y por lo tanto su presencia, también.

Don Francisco tiene claro que alguna referencia a él habrá en la inauguración, ya próxima, del nuevo edificio de la Avenida de la Universidad. Alguna estancia general del mismo hará referencia a nuestro querido Don Nico, por justicia tiene que ser así. Las futuras generaciones se preguntarán quien fue este cura, pero siempre habrá alguien que se lo explique. Esa placa servirá para recordar a aquel que nunca quiso aparecer en algo. Estos son los que merecen ese reconocimiento y no otros que siempre estuvieron y están deseando “aparentar”, para estos, en cualquier sitio, pero en la Iglesia más, siempre “cero patatero”.

Uno de los defectos de Don Nicolás era que se convertía, nada más llegar a sus destinos pastorales, en cronista de los mismos. La historia del Seminario de 1975 a 2015, la conocemos por sus crónicas anuales. Os trascribo unas citas:

Claustro de Profesores 17 y 26/06/1977: “El Seminario Diocesano espera del claustro de profesores el necesario nivel cultural, pedagógico… para cumplir con su finalidad en los tiempos actuales.

Se impone una coordinación y una nueva planificación en las distintas áreas de la docencia. Lo que se ha de transmitir a los seminaristas no es solo una formación sino una educación perfecta, no “para grandes productos” sino para hombres comprometidos por el Reino de Dios. Se nombraron dos comisiones Por parte de la enseñanza institucional fueron nombrados: Don Ricardo Hurtado de San Antonio, Don Jesús García Esteban y Don José Calero González. Por parte de los estudios eclesiásticos: Don Florentino Muñoz Muñoz, Don José Cordobés Sánchez y Don Celso Bañeza Román.

…el orden del día lo llevó en su totalidad la deliberación del ante-proyecto del nuevo plan de estudios. En el mismo intervinieron todos los profesores asistentes así como una representación de los alumnos-seminaristas, los cuales fueron Juan Gómez Solís y Francisco Cerro Chaves”.

Gracias Don Nico.