Momento clave en la Iglesia

Fotografía: Giampaolo Macorig (Creative Commons)
Con el Sínodo Diocesano ya puesto en marcha, con los grupos engrasando su maquinaria de trabajo, tenemos que reconocer que la iglesia no se acaba en los límites diocesanos, la “nave de Francisco” sigue su marcha y hay un acontecimiento al que debemos estar atentos. Preocúpate por leer lo que se dice sobre él, sigue su desarrollo y esperemos el documento final que el papa sacará al término del mismo.
Desde el cuatro de octubre y hasta el veinticinco de mismo mes, se celebra en Roma la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos que versará sobre “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”. Es decir el Papa (continuando con la reunión que se tuvo el año pasado por estas fechas) quiere escuchar a los obispos de todo el mundo lo que tenga que decir sobre la realidad familiar.
No se debe dejar asunto sin abordar, hay que atreverse a decir, escuchar y dialogar sobre todo lo relacionado sobre esta institución clave, no solo para la vida de los cristianos sino para toda la humanidad: su realidad, su institución, su duración, sus formas, su ruptura, ¿qué pasa con los cristianos separados y vueltos a casar?, ¿qué pasa con los nuevos modelos de familia que están surgiendo en nuestra sociedad plural? ¿Qué tiene que decir la Iglesia ante todo eso? ¿Dirá lo de siempre?, puede ser, porque se puede pensar que hay cosas que no se pueden tocar. O ¿quizá piense que hay que hacer nuevos planteamientos, ante los nuevos interrogantes y las nuevas situaciones?
Si la Iglesia no se quedó estancada en el siglo I, o en III, o el IX, o en XVII, es porque ha habido personas con nombres y apellidos que con mucho sacrificio personal e impulsados por el espíritu que apareció solo cincuenta días después de la resurrección, estaban convencidos que había que avanzar: “El evangelio es para todos (siglo I), la importancia de dar razón de lo que creemos (siglo XVI), la nueva interpretación de las Sagradas Escrituras (siglo XX), la Iglesia al servicio del hombre y de la sociedad (siglo XX)” fueron pasos fundamentales.
Este Sínodo quizá sea otro de esos momentos, el Papa Francisco está dispuesto a coger el timón y hacerlo realidad, pero no lo va a tener fácil. Veremos.
¡Mucho ánimo y buen curso a todos!