Objetivo común
Lo que comenzó allá por el mes de marzo, sigue siendo una realidad incuestionable, cada día nos levantamos preguntándonos cuál será la noticia de hoy, a qué pueblo le tocará, qué colegio tendrá que aislar una de sus aulas, toda esa incertidumbre cuestiona nuestro actuar. Aquello que ya dijimos que hay que acostumbrarse a convivir con el virus, hasta que nos llegue la vacuna, es fácil decirlo, pero difícil vivirlo.
Me duele escuchar la realidad de los casos particulares que desconsoladamente te dicen que no saben qué hacer, que tienen que trabajar y cuidar a los hijos a la vez, que nos les llega la ayuda prometida etc. etc.
Nadie puede considerarse excluido de la lucha contra esta realidad que estamos viviendo, nadie. Todos (personas e instituciones) desde la posición de cada uno ha de poner de su parte lo que pueda. Es verdad, que hay personas que tienen más responsabilidad que otras, pero dada la magnitud de todo esto, no imagino que se esté pensando en otras cosas cuando se está jugando con la vida de las personas.
Sigo cada día las cifras que continuamente aparecen en los medios de comunicación, y me sobrecojo cada vez más, ya son doscientos los muertos diarios, ¿hay alguna cosas que pueda preocuparnos más?, yo creo que no.
¿Por qué somos el país de Europa que está padeciendo esta segunda ola de esta manera?, ¿por qué las previsiones nos dicen que somos los que más vamos a sufrir?, ¿por qué? Algo tiene que haber que no hemos hecho bien, algo no funciona como es debido, es necesario saber el qué, para poder poner remedio.
Se piden comisiones de investigación independientes para que evalúen la situación, e incomprensiblemente, no se toman en cuenta estas peticiones, mientras que para otras cosas rápidamente se accede.
¿Es que todavía se tienen más en cuenta los intereses particulares o de grupo que los que nos interesan a todos?, ¡no podemos ser tan mezquinos! ¿Tan poco hemos aprendido? No puede ser. Así no vamos a ningún sitio. Cuando veo la unidad de acción de otros países y los logros que van consiguiendo, me afecta esa realidad. No seremos nunca nada si no sabemos hacer las cosas unidos, fuera la división, las ideologías, y el no ver más allá de la nariz de cada uno.
Procuremos crear a nuestro alrededor esos ambientes donde se favorezca el bien común y el trabajo bien hecho.