¿Qué fue de 2015?

Fotografía: Catholic Church England and Wales (Flickr)
¿Te acuerdas de los buenos propósitos que tenías al comenzar el año que estamos a punto de terminar?, ¿qué han sido de aquellas sanas intenciones que te ilusionaron y te hicieron pensar que este año sí? No lo tomes como un examen, sino que como estamos a punto de inaugurar un nuevo año, no está de más evaluarse un poco. No sé si son las fechas adecuadas, pero el hecho de comenzar algo distinto puede ayudarnos, y no creo que sea una mala práctica. Sin obsesiones, es bueno echar un poco la vista atrás.
Ha sido un año intenso, con acontecimientos que han marcado su desarrollo. En nuestra diócesis el acontecimiento sinodal ha marcado su latido cotidiano, desde las respuestas a la dificultosa encuesta a la redacción de los temas sinodales que ya han comenzado a ser estudiados. Cerca de tres mil personas están dispuestas a aprovechar la oportunidad de ofrecer a Don Francisco su opinión a la hora de aportar soluciones a los temas que se le consultan.
La Iglesia universal sigue no sé si convulsionada, pero sí removida por el talante del Papa Francisco, aunque quieran convencernos de que lo que dice ya lo decían los anteriores, sus formas, su manera de hacer y decir las cosas, y la renovación de ciertos estamentos que parece estaban fuera de control, han descolado a más de uno. El Sínodo sobre la familia, del que se espera el documento final, ha sido el acontecimiento central. Los cambios introducidos en los procesos de nulidades matrimoniales y la convocatoria del año de la misericordia son otros temas destacados.
En el plano nacional, la irrupción de nuevos partidos políticos será determinante, cuando leáis esto ya sabremos los resultados del día 20D. El terrorismo a nivel internacional ha seguido dando sus macabros y destructivos golpes, y ha hecho que la paz siga siendo zarandeada y puesta de nuevo en peligro. “Los refugiados” conmovieron muchas conciencias, pero pocas soluciones, el problema sigue aunque deje de ser noticia de primera.
Y como no recordar a las personas que comenzaron el año y que ya no están, a nuestro querido Don Nico, me acordé de él en las ordenaciones, era un momento que disfrutaba. A los demás sacerdotes que nos han dejado durante este año. A todos los que trabajaron y ahora trabajan de otra manera.
¡FELIZ AÑO!