Reflexiones desde el confinamiento (I)
Hemos pasado una semana más en confinamiento, y lo peor de todo es que no sabemos hasta cuándo. Nos han dicho que hasta el día 26, pero según se observa el panorama las cosa puede prolongarse otros quince días más, con eso nos iremos hasta el 11 de mayo. Prácticamente dos meses desde que comenzamos.
Como la “loca de la casa” (como la llamaba la santa de Ávila) va y viene sin descanso, y cuenta con el tiempo a su favor, se pone a dar vueltas y se puede haber preguntado ya, ¿y después que salgamos, cómo será todo?, intentas dejar de lado esa pregunta y te dices que lo importante es el día a día, que con eso ya tienes bastante, lo que venga ya se verá.
Mientras no haya una solución casi definitiva al problema, y eso seguro que no lo tendremos hasta que se consiga la deseada vacuna, parece que la normalidad la vamos a tener que poner entre comillas durante mucho tiempo. Tendremos que ir con mascarilla a todos los sitios, y asumir la distancia de seguridad (dos metros) entre personas. Aunque nos cueste, tendremos que hacerlo.
Pero, nosotros que no nos conformamos con una inclinación de cabeza pasa saludar, y con lo que nos gusta abrazar, besar, tocar, para demostrar ese carácter, y esa afectividad sincera tan propia ¿cómo ahora nos van a decir que no lo podemos hacer?, pues habrá que hacerlo, aunque nos revelemos.
Algunos ya se están pensando cómo va a ir a la playa en el mes de agosto, no quiero yo llegar tan lejos, pero me pregunto ¿Qué celebraciones podremos hacer en las Iglesias los fines semana? ¿Tendremos que poner numerus clausus? ¿Habrá que colocar un cartel y una persona en la entrada para que cuente los que entran hasta que llegue al número establecido?
La verdad es que son muchos los interrogantes, mientras tanto hay que seguir teniendo muy presentes a los que más están sufriendo esta situación, esas residencias de ancianos, esa “asistida” por la que hemos pasado tantas veces. Esa falta de test… esa falta de protección para los sanitarios…
Un apoyo también a los medios de información libres e independientes, ellos tienen que garantizar la transparencia y lograr que los que deciden no caigan en la tentación de ocultarnos lo que pasa solo por sus propios intereses.
¡¡¡Mucho ánimo y mucha fe!!!