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Reflexiones desde el confinamiento (II)

Maceta junto a la ventana

Poco a poco parece que se atisba una luz al final del túnel, todavía muy tenue, pero ese poquito nos da ánimo para seguir adelante con esta situación; situación que si a comienzos del año nos la hubieran predicho, no nos lo hubiéramos creído nadie.

Son todavía muchos los interrogantes que se acumulan en nuestras cabezas para poder juzgar con la suficiente claridad lo que está pasando, por eso hay que valorar a aquellos que tienen que tomar las decisiones, porque depende de las mismas el dar los pasos en la buena dirección. Sabemos que hay que ser eficaces, serios, rigurosos, transparentes y tener más o menos claro un plan… pero ¡hay que saber hacerlo! y si no se sabe, hay que tener lo que hay que tener para reconocerlo públicamente. Es la hora en que el objetivo de todos es solo uno: vencer al virus.

Hay cosas en las que puedes o no estar de acuerdo, pero en estos momentos la actitud es la de crear puentes y no muros entre los que puedan aportar algo, ¿en política también? Pues en política también y con más razón. El verdadero sentido democrático tenía que facilitar las cosas, pero es algo que todavía a los españoles nos cuesta mucho.

Ya son más de veinte mil los muertos por la pandemia, esto no lo podemos olvidar, la ministra de defensa tuvo estos días pasados un gesto de dignidad en la ceremonia de cierre de uno de los tanatorios improvisados de Madrid, se atrevió a pedir perdón a los muertos por no haberlo hecho mejor, es decir reconocía su parte de culpa en lo sucedido, ¿por qué cuesta tanto pedir perdón?, que poquitos crespones negros veo, pocas corbatas de luto. Esos veinte mil nombres se merecen mucho más. También dijo que en esos momentos tan dramáticos habían rezado con los que eran creyentes, sí, lo dijo y no le salió ningún sarpullido en la lengua. ¿Por qué cuesta tanto decir que rezamos con aquellos que creen?

Un recuerdo para los sanitarios, se han enfrentado y se enfrentan al virus sin la protección adecuada. Para los transportistas, para el ejército, para los cuerpos de policía, para los empleados/as de los supermercados, los farmacéuticos, los capellanes de hospitales, los trabajadores/as de las residencias de ancianos…

Mucho ánimo, mucha fuerza y mucha fe para todos…


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