mateo-6-74

Segundo tema sinodal

Fe

Fotografía: Beto Vilaboim (Creative Commons)

La mayoría de los grupos sinodales ya tienen que estar a punto de entregar (o ya lo han hecho) en la secretaria del Sínodo sus propuestas de actuación en relación al tema de la evangelización y el anuncio del evangelio. El trabajo realizado hasta ahora debe servirnos de experiencia para lo que nos queda por venir, ya sabemos que los temas los tenemos que trabajar en casa, y después de tres meses, la confianza, que es fundamental para el buen funcionamiento de un grupo, ya está asegurada pues nos conocemos todos.

¿Conoces ya el material del segundo tema?, la dinámica de funcionamiento ya la tenemos asumida (ver, juzgar y actuar), por lo que “el compromiso social y caritativo de la Iglesia en la sociedad de hoy” puede ser un buen asunto para pensar, reflexionar, compartir, aportar soluciones y celebrar.

Recuerdo cuando se estaban perfilando los temas que iban a ser estudiados por el Sínodo, que hubo alguna opinión que defendía que el tema de compromiso social es tan consustancial a la realidad de la Iglesia que no puede ser considerado un tema aparte, sino que tiene que ir unido al de la propia Iglesia. Dejando aparte estos cuestiones eclesiológicas, muy interesantes, por otra parte, es verdad que no se entiende la iglesia de Jesucristo sin una vivencia esencial de esta dimensión.

Sin compromiso social y caritativo (dichosa palabra, tan mal entendida en la actualidad) no puede haber vivencia auténtica del testamento de Jesús que aparece en los evangelios.

Como la Iglesia en este campo ha hecho y hace cosas bastante bien, nos puede parecer que tenemos que seguir como estamos, y esto puede ser un peligro. Hay mucho, mucho que mejorar y en eso es en lo que debemos insistir. Abandonar formas que en otro tiempo pudieron valer, descubrir las nuevas pobrezas, dar importancia a la acogida y al acompañamiento, dejar de lado todo lo que signifique limosneo, ir a la raíz de las situaciones de injusticia que conocemos…

La dimensión social y caritativa de la Iglesia no es una vivencia que intente tranquilizar conciencias, sino que fluye de forma natural de su propia realidad. La Iglesia será más fiel a Jesús cuanto más se identifique con él, en sus gestos, y su manera de tratar a las personas; cuanto más sea capaz de estar cerca, al lado, de aquellos que más la necesitan.

¡Buen trabajo para todos!