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Tiempo de Cuaresma

Cruz

Fotografía: brownpau (Creative Commons)

Un año más (éste un poco pronto) comenzamos el tiempo de Cuaresma, tiempo litúrgico muy importante para los cristianos, pues nos conduce inexorablemente al Triduo Pascual.

El Papa como todos los años aprovecha la ocasión y nos propone un mensaje para una mejor vivencia del mismo. ¿Y de que hablará Francisco?, ¿Cuál será el tema de este año 2016?, me temo que lo habréis acertado sin problemas, porque no es muy difícil. El mensaje lleva por título “Misericordia quiero y no sacrificios (Mateo 9,13). Las obras de misericordia en el camino jubilar”. No podía ser de otra manera. La misericordia como tema central.

En el, nos presenta la Cuaresma como un tiempo privilegiado para descubrir lo que significa la misericordia en cristiano. Primero para experimentar la misericordia de Dios y segundo para hacerla después realidad nosotros en nuestra vida.

Entre otras cosas el Papa nos dice: “El misterio de la misericordia divina se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios y su pueblo Israel. Este drama de amor alcanza su culmen en el Hijo hecho hombre. En él Dios derrama su ilimitada misericordia hasta tal punto que hace de él la «Misericordia encarnada»”.

“La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo”.

“La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia”.

Espero que estos buenos consejos nos animen a vivir un tiempo cuaresmal especial; deja de lado el pesimismo y las justificaciones interesadas que no te conducen a nada, y decídete a cambiar tu corazón y tu mente para descubrir ese rostro de Dios que se nos muestra, cercano, amigo y misericordioso.

¡Feliz Cuaresma!