Un seminario “volandero”
El 19 de marzo, fiesta de San José, celebramos el “Día del Seminario”, y se me ha ocurrido el calificativo de “volandero” porque la historia cuenta que el nuestro siempre estuvo yendo de aquí para allá entre las ciudades de Coria, cabeza de la diócesis, y Cáceres, como si fuera una pelota de ping-pong (deporte muy popular, por otra parte, entre los seminaristas).
Cuando Don Pedro García de Galarza, para seguir los mandatos de Trento (1545-1563) inicia los trámites para fundar la nueva institución en su diócesis, no tiene dudas que lo debe construir en Cáceres, desoyendo las indicaciones del concilio que recomendaba hacerlos en las ciudades cabeceras de las diócesis, en este caso, Coria.
No vamos a entrar a analizar las razones de su decisión, pero lo cierto fue, que en los primeros años del XVII, el edificio de la actual plaza de Galarza, inauguraba sus clases, de Gramática, Matemáticas, Oratoria, Música…, para los diez o quince alumnos procedentes de de cada uno de los arciprestazgos de Diócesis, a saber: Cáceres, Coria, Valencia, Galisteo, Alcántara, Granada y Montemayor. Como era un seminario diocesano los alumnos, como no podía ser de otra manera, tenían que ser de la diócesis.
La medida de don Pedro, era claramente conflictiva, y dicho conflicto se mantuvo a los largo de los siglos XVII y XVIII, con continuas peticiones o intentos de los obispos sucesivos de llevar la institución a Coria, por fin en la segunda década del siglo XIX, se consigue el traslado. Allí permaneció hasta 1954, cuando Llopis Iborra vuelve a trasladarlo a Cáceres, pero solo una parte, el menor queda en la ciudad del Alagón y el mayor vuelve a la ciudad donde nació. En 1985 el Seminario Menor se traslada también a Cáceres.
Con la renovación del edificio del Seminario, este, se halla ya perfectamente acondicionado para poder seguir realizando la labor que Galarza comenzó hace seis siglos. La realidad de esta institución eclesial ha evolucionado como la propia sociedad y aunque su situación no tiene nada que ver con lo que fue, sigue manteniendo su fin primero, formar de una forma rigurosa y científica a los que aspiran llegar a ser sacerdotes.
Y en la actualidad ¿cuántos seminaristas hay? uno en el año de pastoral, o sea estado muy cercana su ordenación y cuatro cursando los estudios de grado en Estudios Eclesiásticos. En el menor seis alumnos internos cursando la secundaria y el bachillerato.