Uno de noviembre

Fotografía: jlmaral (Creative Commons)
La iglesia celebra el día uno de noviembre la fiesta de todos los santos. Es una fiesta cuyo origen se pierde en la noche de los tiempos, algunos la relacionan con celebraciones de los pueblos celtas (antes de la venida de Jesús) que realizaban este mismo día una serie de ritos funerarios; además se han unido otras que han venido después y, sobre todo los más jóvenes, nos hacemos tal lio, que ya no sabemos lo que estamos celebrando.
Los católicos tampoco es que hayamos colaborado en aclarar el asunto, porque me pregunto la razón por la que siempre se ha unido esta celebración al recuerdo de los que ya no están. La respuesta no debe andar muy lejos, porque al día siguiente celebramos el día de difuntos. Salvo la cuestión deduciendo, que como muchos de los que ya no están con nosotros fueron efectivamente santos, tenemos un recuerdo para ellos y como cada uno recuerda a los suyos, los vamos a visitar al cementerio.
Pero ¿y lo santos vivos, qué? Me parece una injusticia que en esta fecha no se recuerde a los santos que todavía viven. Me gustaría que esta fiesta estuviera dedicada especialmente a todos esos (de los que ya hemos citado a más de uno) que hacen de su vida diaria un ejemplo de la búsqueda del bien para ellos, pero asumiendo que ese bien lleva consigo el tener presente a los que viven a su lado.
Me gustaría tener en cuenta a los que hacen de su realidad cotidiana un trabajo constante por la paz, la misericordia, el amor y el entendimiento y dejan a un lado lo que son sus intereses y sus deseos que los empobrecen y los enfrentan a otros.
Me gustaría recordar hoy a todos los hombres y mujeres buenos/as, que se esfuerzan por hacer bien lo que hacen a diario.
Me gustaría tener en cuenta a todos aquellos que un día descubrieron que su vida solo tendría sentido si la dedicaban al servicio de los demás, pasara lo que pasara, o les costara lo que les costara.
¿Qué te parece? ¿Habrá muchos o pocos?, mejor, en los círculos donde se desarrolla tu vida ¿cocones a muchos o a pocos?
Y ¿Quiénes son todos esos? Lo tienes muy fácil escucha el evangelio de la misa del día 1 y lo sabrás.