Vamos con la despedida
Hace ya casi un mes que dijimos que ojo a lo que pasara el día 28M porque las consecuencias podrían ser impredecibles. ¡Vaya si han sido! y ¡lo que nos queda! Llevamos dos días siendo cabecera de los telediarios nacionales, la presencia de Extremadura en las tertulias con audiencias millonarias, es algo que había pasado muy pocas veces: Guardiola (¿quién era esta señora hace un par de meses?), Asamblea, pactos, violencia machista, VOX… y un poco menos Vara, hasta ahora. Más de uno habrá tenido que hacer algún cursillo de reciclaje para ponerse al día en temas de la Extrema Dorii.
A los compañeros de la redacción de este periódico y de todos, sobre todo a los de las secciones autonómica o política, se les avecina un mes de julio intenso, interesante, y con mucho que analizar, dialogar y publicar. Y he dicho el mes de julio por decir algo, porque lo que viene después y lo que nos puede quedar a los extremeños, es posible que dure hasta noviembre.
Pero, el ultimo lunes de junio La Mirada está de despedida, nos volveremos a leer (si Dios quiere) a partir del primer lunes de septiembre. En verdad que ha sido un curso intenso, lleno de noticias, acontecimientos y sucesos verdaderamente trascendentes.
La guerra en Ucrania nos sigue presentado día a día, lo terrible que puede ser la convivencia entre los humanos. Los muertos diarios, los niños y adultos maltratados, las familias rotas, todo lo terrible que se oculta detrás de la palabra guerra, se nos hace realidad a diario. A pesar de esto los que estamos lejos de allí, hemos seguido con normalidad con nuestra vida, seguimos el día a día de nuestro equipo de futbol, hemos visto Eurovisión, hemos ido a comprar al súper, hemos celebrado el Womad, la feria y las comuniones… es la paradoja de la vida.
La crispación en la vida política nacional y el horizonte de las consultas electorales ha marcado el devenir de los meses y de los días, hasta llegar a donde estamos.
Don Jesús se ha asentado en la diócesis, y se han producido los primeros nombramientos, ahora hace falta saber cambiar la dinámica de trabajo, hacernos más sinodales, saber escuchar otros tonos que nos den una visión más amplia de la realidad, ser menos estrechos a la hora de escuchar, saber echarse al lado cuando uno ya no sabe dar más, saber ser realistas en los análisis, todo esto favorece el no estancarse y evolucionar que es la mejor demostración de la presencia del Espíritu entre nosotros.
¡Buen verano para todos! Y gracias por vuestra fidelidad.