I-adviento-b-d

Domingo I de Adviento (B)

Adviento

MARCOS 13, 33-37. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡velad!».


Comenzamos el tiempo de adviento, tiempo de preparación para el nacimiento del Señor. Es tiempo de oración, de mortificación, de conversión, de reflexión profunda para poder recibir al Hijo de Dios hecho hombre. Nuestra pregunta de este tiempo debe ser ¿cómo tengo que prepararme para recibir a Jesús como se merece?, esta es la pregunta que el cristiano tiene que intentar responder en este tiempo de preparación que iniciamos hoy, este es el objetivo principal del tiempo de adviento, de estos cuatro domingos hasta el día de Navidad. Las lecturas nos irán dando pistas que yo tengo que intentar ir descubriendo, para ver lo que Dios me pide, y, sobre todo, lo que yo estoy dispuesto a dar.

El evangelio de hoy nos ha invitado a una cosa, a velar, a estar despiertos para que descubramos lo que va a suceder, para que no pase desapercibido, o para que otras cosas no nos distraigan de lo que es lo principal, lo mas importante. Si nos hemos atrevido a escuchar esta palabra de Dios es porque en nosotros hay una cierta inquietud. Deseo abrir mi corazón a lo que Dios quiere y que en su Hijo quiere encontrarse conmigo. Tengo la intención de tomarme en serio este tiempo especial de preparación para la Navidad, y por eso he escuchado este texto y los que vendrán en los próximos domingos.

Nuestra inquietud es muy buena, nuestros deseos también, pero tenemos un problema, hasta que no seamos conscientes de cómo vivimos en este momento concreto, nuestro deseo no podrá hacerse realidad, hasta que uno no sea capaz de pararse a pensar y reflexione seriamente sobre lo que hace, no conseguiremos nada. Hasta que yo no reflexione sobre como es mi vida de hombre o mujer de fe, me quedaré a medio camino. La Iglesia nos está pidiendo para estos nuevos tiempos la conversión personal, que no es otra cosa que el encuentro de cada uno con Jesús, el tiempo de adviento es el mas adecuado. Y eso solo lo puede hacer cada uno. Y aquí es donde entra la petición de Jesús en este domingo: “Velad, vigilad”. El sabe que tendemos a dormirnos en nuestros esfuerzos. El sabe que nos cansamos fácilmente de luchar contra lo que nos ata y no nos deja ser más y mejores personas. El sabe que nos dejamos envolver fácilmente por las costumbres del mundo en el que vivimos y que nos alejan cada vez mas del verdadero sentido navideño. El sabe todo esto de nosotros y más. Por eso nos dice que tenemos que estar vigilantes y atentos, tenemos que tener los ojos bien abiertos porque el Señor va a llegar. Ya sabemos que Navidad puede ser cada día que nos encontramos con El. Ya sabemos que El puede llegar en cualquier momento, en cualquier persona, en cualquier acontecimiento, y nuestra misión consiste en descubrirlo. Esto que el creyente vive cada día, en este tiempo litúrgico lo hacemos de una forma especial, y tendremos que poner todo de nuestra parte para que el Señor no pase de nuevo a nuestro lado y continuemos sin enterarnos.

¿Qué es lo que voy a hacer yo para vivir de forma especial este nuevo encuentro con el Señor?, siempre insistimos en la importancia hacer algún gesto, alguna señal que demuestre que él va a nacer en mi corazón, esto es muy importante, porque aunque crea que ese algo que no resuelve nada no es así, porque por lo menos es una demostración que el nacimiento del Niño Dios me pide que sea mas solidario con los que menos tienen, y que llegue al convencimiento que este mundo no marcha bien cuando hay tantos que no tienen nada. Nuestra parroquia está hermanada con una obra misionera. Como en años anteriores la parroquia nos propondrá algunas acciones que demuestren que estamos dispuestos a hacer algo. Este puede ser un medio pero hay otros. Lo importante es que el nacimiento de Jesús me haga mi caer en la cuenta de que hay personas que lo pasan peor que yo, y por el amor él, por el amor a ese niño que nace, no puedo ser insensible a esta realidad.
Le pedimos al Señor que nos ayude a recorrer el camino del Adviento que hoy empezamos, que nos ayude a descubrir, lo que significa que el vuelva a nacer de nuevo en nuestro corazón, se lo pedimos al Señor.


Monición de entrada

Con alegría comenzamos este tiempo de Adviento. Y con el Adviento llegaremos a la Navidad, a contemplar a Jesús, el hijo de Dios, que se hace ternura y cercanía, se hace humanidad para hacernos a todos participes de su divinidad.

En este mundo nuestro tan marcado por las tensiones, los enfrentamientos o el sufrimiento, Dios sigue renovando su promesa de justicia y de estar cerca de nosotros.

Adviento es tiempo de gozo y esperanza, pero también es tiempo para cambiar de mentalidad, vivir la comprensión y dar frutos de buenas obras. Es lo que el Señor espera de nosotros.

 

Primera vela de la corona

Al empezar el Adviento reverdecen nuestras esperanzas. ¡Deseamos que cambien tantas cosas! Pero sólo el Señor puede ayudarnos a conseguirlo, sólo El puede salvarnos. Por eso seguimos pidiendo y esperando su venida. Encendiendo el primer cirio de la corona abramos nuestros corazones a esa venida.

-Encendemos, Señor, esta luz en nuestra primera semana de Adviento.
Queremos levantarnos para esperarte preparados,
Queremos estar dispuestos y vigilantes,
porque Tú nos traes la luz más clara,
la paz más profunda y la alegría mas verdadera.
¡Ven, Señor Jesús!

 

Peticiones

– Por la Iglesia, para que atenta a las personas que viven sin esperanza, sepa darles ánimos y cariño, aliento y fuerza, para que descubran el sentido de sus vidas. ¡Ven Señor Jesús!
– Por los cristianos, para que nos sintamos renovados y felices con este adviento, y sepamos prepararnos bien para el nacimiento de Jesús. ¡Ven Señor Jesús!
– Tenemos presente a quienes padecen más duramente la pobreza, la injusticia, la violencia o la discriminación. Para que no pierdan nunca la esperanza, y les ayudemos a superar el desencanto. ¡Ven Señor Jesús!
– Por nuestra comunidad parroquial de San Blas, para que viva en esperanza comprometida, dispuesta a trabajar por el bien de todos. ¡Ven Señor Jesús!

 

Monición de despedida

Seguro que las lecturas y lo que hoy hemos escuchado nos han dado pistas sobre como debemos vivir el adviento como camino hacia la Navidad, ha llegado el momento de demostrarlo, ha llegado el momento de poner obra lo que son mis buenos deseos de amor y felicidad para todos.

Que la bendición del Señor nos ayude y nos acompañe a lo largo de la semana.

 

noticias-2011-5“Es hora de despertar”

Es hora de despertar,
de velar y de allanar
valles, montes y veredas,
dicen que Dios va a llegar…
Y esta vez voy a esperar,
con una canción de espera
que ponga en mi voz la voz
de la humanidad entera.

Ven, llave de libertad;
mi casa te espera abierta.
Pero todavía hay puertas
y muros por derribar.

Ven, Pastor, a conducir
tantos pasos aún perdidos
que buscan norte y sentido;
y pon la luz de tu luz
en mis pasos de testigo

Ven, Señor, Rey de la paz;
y que nos llueva el rocío
sereno de tu bondad
en nuestros pozos vacíos,
para volverla a sembrar.

Amen


Volver a arriba