«Si no tengo amor…» (I Cor.13) – Lema del curso 2012/13
El Plan Pastoral Diocesano (2010-2015) propone como objetivo para el curso que estamos comenzando, el desarrollo y la profundización de toda la comunidad diocesana del servicio de la caridad. Entre otras cosas nos recuerda que el compromiso socio-caritativo, con todas sus implicaciones, ha sido algo siempre presente en todas las planificaciones tanto diocesanas como parroquiales, habrá por tanto, que actualizar la vivencia de esta dimensión para llevarla a la práctica según la Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia.
Potenciar el funcionamiento de los grupos parroquiales que atienden esta dimensión fundamental en la Iglesia, crearlos donde no existan, cuidar la formación de los mismos, realizar campañas para la búsqueda de personas voluntarias que se comprometan en esta tarea, coordinar todos los proyectos y recursos que están al servicio de los necesitados, denunciar las situaciones de injusticias y marginación que se pueden dar en nuestra entorno, aportar nuestra visión cristiana del mundo y del hombre para el análisis y la solución de estos problemas, actuar sobre la prevención y las causas de la pobreza y de la exclusión social. Todas estas acciones deben tener cabida en nuestras programaciones pastorales y, sobre todo, en nuestra vivencia personal de la fe.
Por otra parte Benedicto XVI ha declarado para toda la Iglesia universal el próximo curso como el año de la fe, por lo que nuestro obispo Don Francisco nos invita a unir las dos realidades (fe y caridad) haciendo estas reflexiones: «Hemos unido porque verdaderamente “es justo y necesario” el Año de la Fe, al cual Benedicto XVI ha convocado a toda la Iglesia, coincidiendo con la celebración de los 50 años del inicio del Concilio Vaticano II, con el tercer objetivo de nuestro plan diocesano que nos invita al ejercicio de la caridad.
La vivencia de la caridad es esencial a la transmisión de la fe. Es indisoluble la unidad de la evangelización y el servicio a los sufrientes. Sin caridad no estaría completo el anuncio evangelizador de la Iglesia. Es más a través del ejercicio de la caridad, del servicio a los pobres, se extiende la Buena Noticia del Evangelio de Jesús a los pobres, a los que sufren se hace creíble la evangelización. Sólo una Iglesia que se pone de rodillas al servicio de los sufrientes, abre las puertas de la fe a una humanidad desorientada y sobre todo sin esperanza. La caridad abre todas las puertas de la evangelización».
El Papa relaciona el Año de la fe con la celebración de los 50 años del Concilio Vaticano II de esta manera: “He pensado que iniciar el Año de la fe coincidiendo con el cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II puede ser una ocasión propicia para comprender que los textos dejados en herencia por los Padres conciliares, según las palabras del beato Juan Pablo II, no pierden su valor ni su esplendor”.
Con el lema “Si no tengo amor….” Sacado de la primera carta de Pablo a los Corintios nuestra parroquia pretende hace realidad todo esto y estar en comunión con toda la Iglesia Diocesana y Universal.
Feliz Curso a todos.
Antonio Pariente